Declaración de Organismos de Derechos Humanos

Los Organismos de Derechos Humanos abajo firmantes reafirmamos nuestro compromiso con el camino institucional elegido por el pueblo argentino y rechazamos los intentos de desestabilización política y golpista de algunas instituciones representantes de los sectores económicos, políticos y sociales que propiciaron, sostuvieron y participaron en todos los golpes dados en nuestro país a partir de 1930 y que en 1976 impusieron, mediante el terrorismo de Estado, un modelo económico neoliberal que conlleva la violación sistemática de los derechos de la población de menores ingresos y cuyas consecuencias aún estamos padeciendo.

Detrás de los legítimos reclamos de los campesinos y pequeños productores, a los que apoyamos, se presentan como defensores del campo los mismos actores que para imponer sus políticas económicas, fueron ideólogos y cómplices del terrorismo de Estado y de sus métodos: asesinatos, desapariciones, torturas, prisión, exilio, violaciones, robo de niños.

Estas instituciones NO SON EL CAMPO. Representan la ambición egoísta de los capitalistas del agro y los pool de siembra en los que participan grandes grupos financieros no necesariamente agropecuarios. Representan a los 936 terratenientes que – según el Censo Agropecuario de 2002– poseen un promedio de 38 000 has. Cada uno, mientras 140 mil agricultores poseen un promedio de 16,7 has. y que en los `90 mantuvieron silencio mientras 300 mil pequeños productores eran expulsados de sus campos. Representan a los Cargill y los Monsanto, que manejan el negocio de los agroquímicos y las semillas transgénicas. Representan el modelo que no admite que el Estado controle la renta agraria lograda con el sostén de un dólar alto y subsidios en combustibles a costa del esfuerzo de toda la Nación. Mientras emplean al 75% de los trabajadores rurales en negro y pagan sueldos miserables a los trabajadores en blanco.

El Estado tiene el deber de llevar a cabo una justa distribución de la riqueza y para tal fin consideramos que deben utilizarse las atribuciones que las leyes le otorgan como las retenciones a las exportaciones que generan enormes ingresos a los “dueños” de la tierra y a grupos exportadores. Estas retenciones no les impiden ganar sumas fabulosas, simplemente les producen una disminución de sus ganancias. Los fondos recaudados de las retenciones a las exportaciones agrarias, y todo el superávit que genera el comercio exterior de alimentos, energía, minería y otros deberían destinarse a revertir una situación de polarización social. De esa manera, a la legalidad de las medidas se sumaría la legitimidad del cometido.

Las entidades rurales que protagonizan el lock-out patronal no representan -según sus propias declaraciones- a las miles de familias agrupadas en Movimientos de Campesinos y de indígenas existentes en Santiago del Estero, Córdoba, Formosa, que no se dedican al cultivo de la soja transgénica –que ha devastado bosques, contaminado suelos y aguas, envenenado el ambiente y eliminado mano de obra– sino que se dedican a la producción de alimentos.

Hoy esas entidades utilizan para expresar su rechazo a las retenciones los mismos métodos que critican defendiendo “el derecho a la circulación” cuando los usan desocupados, trabajadores mal pagos o familias con hambre. Y no sólo cortan las rutas sino que impiden -obligando a derramarlos en un derroche ofensivo- que los alimentos lleguen a los que tienen derecho a alimentarse.

Las retenciones son medidas necesarias pero insuficientes. Se requiere contemplar la modificación estructural del sistema impositivo, ineficaz, injusto e inequitativo. Los movimientos de campesinos, actores fundamentales, no pueden estar ausentes de una mesa de diálogo donde, además de la política de retenciones graduales y el destino de esos fondos, se discuta el modelo de producción agropecuario, y se contemplen créditos y subsidios amplios para las actividades perjudicadas por el monocultivo sojero.

Convencidos de que es deber del Estado intervenir en la actividad económica para garantizar una justa distribución de las riquezas, los organismos de derechos humanos abajo firmantes reiteramos nuestro compromiso con las políticas que tiendan a la participación democrática en un proyecto de liberación nacional, dirigidas a construir un país solidario, con plena vigencia del Estado de Derecho y que priorice a los sectores más vulnerables y desposeídos. Rechazamos el lock-out patronal y los proyectos monopólicos y desestabilizantes de la Sociedad Rural y sectores afines, avalamos las retenciones a los grandes propietarios y exportadores y apoyamos los reclamos de campesinos y pequeños productores.

Buenos Aires, 30 de marzo de 2008

Abuelas de Plaza de Mayo

Asamblea Permanente por los Derechos Humanos
Buena Memoria
Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones
Políticas
Herman@s por la Verdad y la Justicia
H.I.J.O.S.
Liga Argentina por los Derechos del Hombre
Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora
Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos
Servicio Paz y Justicia


CONTACTO

Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas
49536465 / 49535646 / 15665291'06
Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora
43431926 / 48039759

Contra la impunidad

Una multitud arribó a la Plaza de Mayo para participar del acto por el 32º aniversario del golpe militar. Con las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora al frente de la marcha.

Miles de personas participaron en Plaza de Mayo de los actos en repudio al golpe del ’76

Un 24 con dos plazas llenas para no olvidar

El acto por el aniversario del golpe tuvo dos capítulos. Primero, Abuelas, Madres y demás organismos históricos marcharon para pedir la aceleración de los juicios. Luego fue el turno del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, con masiva participación de agrupaciones de izquierda.

Si en los 24 de marzo previos no han faltado memoriosos para recordar el rol de la Sociedad Rural y sus paisanos durante el terrorismo de Estado, su flamante perfil piquetero la ubicó ayer, en el 32º aniversario del golpe de Estado, en un primer plano atípico. A las 16 en punto una bandera imponente frente al escenario principal enlazó el recuerdo de la mayor tragedia argentina del siglo XX con la coyuntura: “Sociedad Rural Argentina. Ayer apoyaron la dictadura. Hoy paran contra el pueblo”.

A las cuatro en punto, dos miembros de H.I.J.O.S. leyeron en el escenario el documento que suscribieron junto con Abuelas, Madres, Familiares, APDH, Buena Memoria, Hermanos, CELS y Serpaj. Tras la silbatina que tapó los nombres de genocidas exigieron “cárcel común, perpetua y efectiva a genocidas y cómplices” y “Aparición con vida de Julio López”. Repudiaron “la bendición de la cúpula de la Iglesia”, el respaldo de las patronales, la familia judicial y los medios cómplices. No faltaron nombres propios: Sociedad Rural, Blaquier, Clarín, Macri y otros.

El documento recordó que “la lentitud consagra la impunidad”, apuntó que hubo apenas trece condenas, exigió “respuestas a las amenazas”, “juicios que reflejen la lógica de los circuitos clandestinos”, “apertura de archivos de la dictadura”, “juicio a Martínez de Hoz y sus cómplices”, “más Tribunales Orales” y un ayudamemoria puntual al TOF5: “los juicios son orales y públicos, no oculten la cara de los imputados”. [Página 12, *ver nota completa]

Lunes, 24 de marzo de 2008
A 32 años del golpe militar, todos a Plaza de Mayo

"Una contundente victoria de las Madres"


Conflicto Macri-Madres: "Una contundente victoria de las Madres"

"Nos vamos a quedar aquí hasta que Macri devuelva el dinero girado por el gobierno nacional para el pago de salarios y compras de material", había dicho Bonafini al comenzar, junto con otras cinco Madres de Plaza de Mayo, un ayuno de protesta en la Catedral. Más tarde, un comunicado de Madres informó que cerca de las 17, las autoridades del gobierno porteño acordaron depositar esos fondos durante una reunión con el apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, Sergio Shocklender. De esas tratativas participaron también representantes de los barrios del sudoeste porteño, donde por iniciativa de la Fundación se construyen viviendas en las villas 15, 19, 20, Barrio Obrero, Bermejo, Piletones y Núcleo Habitacional Transitorio. "El dinero ya está depositado y los salarios de los 1300 trabajadores de los distintos obradores se pagarán a partir de mañana", anunció poco después Bonafini. Hasta poco antes del acuerdo, considerado como "una contundente victoria de las Madres" por un comunicado de la entidad, el conflicto parecía escalar y las ayunantes habían anunciado que pasarían la noche en la Catedral. En ese contexto, además, habían cruzado ásperas declaraciones a través de la prensa la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo y la vicejefa del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Gabriela Michetti. Bonafini afirmó que el gobierno porteño retenía 3,4 millones de pesos girados por el Ejecutivo nacional y destinados a pagar los salarios de más de 1300 trabajadores y comprar materiales en obras impulsadas por la Fundación. El bloqueo de la partida, pese a la promesa de destrabarla el pasado viernes, había originado un paro y movilizaciones de los trabajadores afectados, respaldados por las Madres con su ayuno. Por su parte, Michetti había dicho a la prensa esta tarde, antes del acuerdo que puso fin al conflicto, que "las Madres de Plaza de Mayo obtendrán los fondos una vez que hayan cumplido con los pasos legales correspondientes". Bonafini, a su vez, respondió que la Fundación tenía "todo en perfectas condiciones" y que "el gobierno nacional aprobó todo", igual que la administraciones anteriores, por lo que "Macri se quedó con dinero que no le corresponde". [Página 12]

Las Madres toman la Catedral Metropolitana


El Gobierno de la Ciudad retiene fondos para construcción de viviendas


La Asociación Madres Plaza de Mayo, que lidera Hebe de Bonafini, mantenía ocupado este mediodía la Catedral Metropolitana en repudio a una medida del jefe del Gobierno porteño, Mauricio Macri, quien ordenó la retención de dinero enviado por la Nación para la construcción de barrios que esa organización impulsa en el sur de la Capital Federal.

La protesta se debe a que Macri "retuvo el dinero que el Gobierno nacional depositó para el pago de sueldos y compra de materiales de construcción para continuar las obras en los proyectos que la Fundación Madres de Plaza de Mayo lleva adelante en barrios del sudoeste de la ciudad".

"Tomamos la Catedral para exigirle al Gobierno porteño que libere los fondos para el pago de salarios y compra de materiales para la construcción de las casas en los barrios", informó la titular de las Madres, Hebe de Bonafini, en diálogo con la prensa.

Las Madres tienen previsto realizar en el templo "un ayuno en solidaridad" con los más de 1.300 trabajadores en paro de las Villas 15, 19, 20, Barrio Obrero, Bermejo, Piletones, Núcleo Habitacional Transitorio", lugares donde la organización construye viviendas.

La semana pasada los trabajadores de los obradores protestaron frente a la sede del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) para exigir la inmediata restitución del dinero que estaba destinado al pago de sus salarios de la primera quincena de enero, proveedores y compra de materiales para continuar con la construcción de las viviendas que encaran las Madres desde hace un año y medio.

"Hasta que no este la plata depositada en la cuenta de la Fundación nosotros no vamos a levantar nuestra medida de tomar y ayunar en la Catedral", afirmó Bonafini.

El conflicto surge porque la administración Macri retiene 3.400.000 pesos girados por el Gobierno nacional, explicó la titular de las Madres de Plaza de Mayo. [Página 12]

Hace 30 años secuestraban a la fundadora de Madres



Hace 30 años la fundadora de las Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor de Devicenti, era secuestrada por un grupo de tareas que comandaba el ex marino, Alfredo Astiz, actualmente detenido por crímenes durante la última dictadura militar.

En aquella oportunidad, Azucena Villaflor se encontraba junto a Mary Ponce de Bianco y Esther Ballestrino de Careaga juntando firmas y dinero para una solicitada en que denunciaban el secuestro y desaparición de sus hijos cuando fueron secuestradas y trasladadas a la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), donde fueron torturadas y posteriormente asesinadas..

"Los llevaron a todos a la Escuela de Mecánica de la Armada y los torturaron y a los pocos días los llevaron a un 'vuelo de la muerte' especial, porque el objetivo era desarticular mediante un escarmiento a ese movimiento de mujeres que no se detenían ante
nada"
, aseguró Ana Bianco, hija de Mary y hermana de Mónica, una militante secuestrada en abril del '76 y cuya desaparición puso en marcha a su mamá.

Aquel día, el grupo inicial de Madres de Plaza de Mayo estaba acompañado por dos monjas francesas que las ayudaban, Alice Domon y Leonie Duquet -militante de derechos humanos- y otros seis familiares que colaboraban en esa tarea: todos fueron asesinos tras ser torturados en la ESMA.

Treinta años. Al cumplirse hoy tres décadas de ese hecho, el grupo será recordado en la porteña Iglesia de la Santa Cruz.. Ana Bianco investigó en detalle el episodio para un documental en producción y aún sin nombre, cuyo avance será presentado en el homenaje que se realizará por la tarde del sábado.

"Astiz fue el Judas, pero el plan político de ese golpe fue ideado por (Eduardo) Massera y el Tigre Acosta. Las mataron enseguida porque los cuerpos fueron sepultados como NN en el cementerio de General Lavalle durante diciembre, cuando aparecieron en las costas bonaerenses arrastrados por la corriente", precisó.

Algo falló en el plan de los represores porque el 10 de diciembre de 1977, la solicitada en que trabajan las tres madres apareció a toda página en el diario "La Nación", rompiendo el muro de silencio que desde fines de abril esas madres buscaban quebrar reuniéndose en Plaza de Mayo a instancias de Azucena.

Tenía unas 2.500 firmas, en su enorme mayoría de mujeres que usaron sus apellidos de casadas para "identificar" a sus hijos, y entre ellas puede localizarse a algunos que luego alcanzaron trascendencia: Cata Guagnini, Marta Vázquez, Graciela Fernández Meijide, Carmen Lapacó, María Adela de Antokolotez, Chela Mignone, o el aguerrido grupo de La Plata que integraban la primera presidenta de las Abuelas, Chicha de Mariani y Hebe de Bonafini.

También, en la tercera columna puede leerse repetido dos veces el nombre Gustavo Niño, ese joven rubio que se hizo pasar por un familiar de desaparecido de Mar del Plata pero en realidad hacía la "inteligencia" del secuestro: era Astiz.

El texto fue tipiado con cinco copias por el marido de Nora Cortiñas y quince madres debieron pedir certificado de domicilio a la policía para cumplir con las exigencias del diario para publicarla.

"Sólo pedimos la verdad". El encabezado de la solicitada conserva aun hoy una pasmosa actualidad: "Sólo pedimos la Verdad", y está dirigido al presidente, "a la altos mandos de las fuerzas armadas", "a las autoridades eclesiásticas", y a la prensa, que también pregunta "donde están" los desaparecidos.

La propia aparición de esa lista parcial de desaparecidos desafía la lógica ya que el 8 de diciembre, al concluir una reunión para recolectar dinero, la patota de la ESMA secuestró en la vereda de la iglesia a Bianco y Careaga junto a la monja Domon.

En el arrebato también se llevaron a la militante de derechos humanos Ángela Auad y a los activistas Patricia Oviedo, Raquel Bulit y Gabriel Rorani, mientras que horas antes ya habían hecho lo propio con Remo Berardo, Julio Fondovilla y Horacio Ebert.

Pese a los secuestros de sus compañeras, Azucena Villaflor y las demás Madres lograron concretar la publicación, que apareció el mismo día en que ella fue secuestrada de su casa de Sarandí, casi al mismo tiempo que la hermana Duquet de una capilla en Ramos
Mejía.

Los rostros de estas tres Madres de la Plaza de Mayo y de las dos religiosas sonríen, 30 años más tarde, desde las gigantografías ubicadas a la derecha del altar de la Iglesia de la Santa Cruz, base de la congregación pasionista, de origen irlandés. [Telam, Perfil]

(8 y 10 de diciembre de 1977)

ABUELAS DE PLAZA DE MAYO

MEMORIA VERDAD Y JUSTICIA

El 8 de diciembre de 1977, un grupo de Madres y familiares, entre los que se encontraba infiltrado el teniente de navío Alfredo Astiz, estaba reunido en la Iglesia de la Santa Cruz con el propósito de recaudar fondos para la publicación de una solicitada con la lista parcial de detenidos-desaparecidos.

El Grupo de Tareas GT332 de la Armada secuestró a la salida de la iglesia a siete personas (Esther Careaga, Mary Bianco, Alice Domon, Angela Auad, Patricia Oviedo, Raquel Bulit y Gabriel Horane) Como parte del mismo operativo esa mañana había sido secuestrado Remo Berardo y por la tarde Julio

Fondovila junto a Horacio Elbert. Las Madres pese a los secuestros de sus compañeras publicaron la solicitada el 10 de diciembre de 1977 en el diario La Nación. Ese mismo día el operativo se completaría con el secuestro de Azucena De Vincenti y la religiosa franco-argentina Leonie Duquet, en diferentes zonas de la Provincia de Buenos Aires.

En mayo de 1977 el padre Mateo Perdía había abierto las puertas de la Santa Cruz para que se reuniesen los familiares de los desaparecidos. Con los secuestros de las dirigentes de las Madres, Esther Careaga, Mary Bianco y Azucena De Vincenti -como eran nombradas por ellas mismas en esos años- el enemigo intentó desarticular la fuerza arrolladora de ese movimiento inicial, que contó con el apoyo solidario de familiares de desaparecidos, militantes políticos y religiosas que pasaron a la historia como el grupo de la Santa Cruz.

En el año 2005, el Equipo Argentino de Antropología Forense, identificó y recuperó a cinco personas integrantes del grupo de la Santa Cruz, quienes fueron vistas en la Esma según testimonios de sobrevivientes y constató que habían sido torturadas, arrojadas vivas al mar en los conocidos “vuelos de la muerte” y enterradas como NN en diciembre de 1977 en el cementerio de General Lavalle (Provincia de Buenos Aires). Por decisión de sus familiares están “sembradas” en el Solar de la Iglesia de la Santa Cruz y corresponden a las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo: Mary Bianco y Esther Careaga, y han sido esparcidas parte de las cenizas de Azucena De Vincenti, junto a los restos de la religiosa franco-argentina Leónie Duquet y de la militante de Derechos Humanos, Angela Auad.

En memoria de las recuperadas: Madres de Plaza de Mayo Esther Careaga, Mary Bianco y de Azucena De Vincenti y de la religiosa Léonie Duquet, y de Angela Auad.

En memoria de los compañeros del grupo de la Santa Cruz que aún permanecen desaparecidos: Remo Berardo, Raquel Bulit, Julio Fondovila, Horacio Elbert, Gabriel Horane, Patricia Oviedo y de la religiosa franco-argentina Alice Domon, exigimos en el marco del 30 aniversario del golpe de Estado: Justicia. No vamos a olvidar."La verdad nos hará libres". "La impunidad no será eterna". Juicio y castigo a todos los culpables, cárcel común a todos los genocidas.

Por la aparición con vida de Julio López. Y en memoria de los 30.000 detenidos-desaparecidos. ¡PRESENTES!

Nunca más